Hola Malkoak: Repasando los escritos del foro me he encontrado con la agradable sorpresa de que alguien habla de un libro para mí puntero a la hora de entender por qué somos tan obtusos cuando se trata de la convivencia de los diferentes....¿Diferentes?.
Hace varios años lo leí y me dejó impresionado. El señor Malouff sabe bien de qué habla. "El otro" siempre es el que siente e interpreta la vida y el entorno de forma diferente, y en lugar de usarlo para enriquecernos culturalmente y que nuestra mente tenga más posibilidades de captación , lo usamos para demonizarlo, estigmatizarlo e ir contra él.
Una de las cosas más identitarias es la lengua, el idioma a través del cual interpretamos el mundo y le adjudicamos categorías para poder sobrevivir.
Los lingüistas dicen que cuantas más palabras manejemos más capacidades tenemos en nuestro cerebro, y eso nos hace más fuertes frente al entorno.
Además el idioma es el primer elemento simbólico que nos permite vivir en comunidad y adaptarnos al medio, eso se llama supervivencia, por eso tantas veces se usa como arma arrojadiza.
Otro signo de identidad pueden ser los colores (¿Banderas?).
Otro los sabores, (todos sentimos que pertenecemos a un mismo grupo humano frente a una comida determinada , ó nos recuerda ciertas situaciones vividas con una comunidad también determinada y diferente a "la otra").
Otro más la luz del día. parece una tontería pero no lo es: No es lo mismo la luz en Groenlandia que en las Antillas.
También el paisaje, en el fondo es lo primero que vemos.
Las celebraciones , no es lo mismo una corrida de toros que la fiesta de la luz finlandesa.
Pero en el fondo, todo eso lo único que hace es formar comunidad entre grupos humanos, les da un sustrato común y eso se llama hacer comunidad ó país.
¿Y qué pasa cuando nos encontramos con la-el de al lado?. Pues muy sencillo, que como todo eso que nos une está hecho con la intención de unirnos nos separa del "otro", y como el mundo se define a partir de uno mismo, se desautiriza al otro; al devaluarlo, se le deja a parte "es menos"y....¡Vamos a por él! porque es distinto. En mi opinión es miedo a perdernos nosotros mismos.
Un excelnte libro que nos dice que no hay que ir demasiado lejos para verlo. El fenómeno lo tenemos en nuestro propio portal, en la calle, en nuestro pueblo y, así sucesivamente podemos seguir ampliando.
Si te interesa el tema te recomiendo otro libro que se llama "Orientalismo", tiene miga. Es bastante más extenso, pero los capítulos no tienen desperdicio. El autor es Eduard Said, un árabe exiliado en Estados Unidos que habla casi de lo mismo. También el señor Amin Malouff tiene uno recién editado sobre la construcción de la identidad judía, no lo he leído, pero imagino que tampoco tiene desperdicio.
Muchas gracias por tu comentario y por haberme dado la ocasión de repasar ese magnífico texto.
Un saludo
Estoyfuera
|
|